Como navegar - La aventura de navegar
Solo o acompañado. Un lugar nuevo cada día, o cada segundo. De acuerdo con sus deseos. Disfrute de un momento de soledad antes de volver a la civilización o saboree una tostada cubierta de chocolate en un restaurante.
(Para las mujeres): A los hombres les gusta llevar las riendas de todo, pero a menudo no tienen la oportunidad de poder hacerlo. Si se siente controlada, ¡Deje que se entretenga este verano con veleros y cabos!
(Para los hombres): ¿Se siente atrapado por la rutina? ¿Necesita relajarse y descansar? Rompa con todo este verano y disfrute de la aventura de navegar junto a su pareja ¡La diversión está garantizada!
Son las mejores vacaciones que uno puede imaginarse. Navegar sólo es el comienzo de unas vacaciones llenas de ventajas. Los inconvenientes los tendrá que buscar usted mismo, si los encuentra...
Lo primero que se respira es paz. El zumbido del motor no será un inconveniente porque los veleros son impulsados por el viento. Además del sonido de las olas rompiendo contra la embarcación y el rumor del mar, no encontrará ningún otro ruido que perturbe la paz de su viaje. El agua y los efectos calmantes de su sonido le ayudarán a descubrir la paz interior sin preocuparse de sus problemas en el trabajo y su vida rutinaria. Si le gusta la calma, búsquela en las tranquilas bahías o en los pequeños caseríos donde puede acomodarse. Si, en cambio, prefiere la vida bulliciosa y animada de la civilización, podrá encontrarla en ciudades más grandes.
Improvisación. Si no ha planificado su rumbo a ningún lugar ni a ninguna hora determinada, déjese llevar por la improvisación de las condiciones meteorológicas. El viento determinará el mejor momento para visitar una isla. En caso de que exista riesgo de tormenta, es mejor esperar unos minutos en el puerto. Si el tiempo no acompaña para salir a navegar, no es necesario que abandone el lugar de inmediato, puede quedarse y disfrutar de un sinfín de actividades, como asistir como espectador a rallies de motos acuáticas, entre otras muchas cosas. ¡Usted elige! Ahora usted está aquí, ahora ya no. Su "habitación de hotel" es ambulante y no necesita reserva.
Variedad. Poder visitar uno o varios lugares cada día es un placer para los amantes de la variedad. Un día puede estar paseando por los románticos bosques de la isla Hvar y al día siguiente visitando el palacio dioclesiano en Split. Si lo comparamos con una estancia hotelera standard, siempre en la misma habitación, la misma playa y la misma ciudad, navegando le resultará imposible aburrirse. En una semana puede visitar en velero muchos lugares del Adriático, y en tan solo tres días se familiarizará con la costa croata, sus islas y sus ciudades, que probablemente no volverá a visitar en el resto de su vida.
"Ahora está usted aquí, ahora ya no". Una cosa es cierta, navegando de un sitio a otro conocerá a mucha gente y hará nuevas amistades, aunque no podrá conservarlas durante mucho tiempo. Sin embargo, debido a su condición itinerante, no tardará demasiado tiempo en saludar a nuevos amigos en otro lugar, sin tener siquiera tiempo para cansarse de ellos. En cualquier caso, puede subir a bordo a aquellos a los que más aprecie.
Nadar todos los días y en cualquier momento. Sea cual sea la bahía o puerto en el que esté anclado, o mientras navega, puede darse el placer de nadar en el Adriático. Si el viento es propicio y el barco avanza a gran velocidad, no olvide anclar el barco para que no acabar encontrándose "solo y perdido en el mar de la vida".
Dulces sueños. Los bebés se quedan dormidos en la cuna como por arte de magia. Dormir en el velero le brindará la oportunidad de volver a convertirse en un niño, ya que una embarcación, con su suave zozobrar, es la mejor medicina contra el insomnio.
Adiós a los mareos. Si usted sufre mareos, dese la oportunidad de superarlo. Es como si metiese dos gatos que se odian en una misma caja. Quizás uno de ellos pierda una oreja o parte de los bigotes, pero es seguro que al final habrá una tregua. Si usted fuerza su cuerpo y lo abandona al balanceo del barco durante un par de días o semanas, acabará adaptándose a las nuevas condiciones. Pronto se encontrará otra vez como nuevo, preparado para darse festines, hacer pasatiempos en cubierta o contemplar los delfines.
Un perfecto bronceado y nudismo en privado. La navegación le proporcionará un bronceado espléndido y también le brindará la posibilidad de hacer nudismo en el mayor de los anonimatos. Estando en el barco, nadie le verá desnudo, recuerde que la probabilidad de cruzarse con otro barco es casi inexistente. De todas maneras, si esto sucediese, tendría tiempo de sobre para poder taparse con una toalla antes de que el otro bote se acercase.
Nueva experiencia y nuevos conocimientos. ¿No le parece atractivo poder aprender algo nuevo? "Domar" el barco no tiene por qué se un trabajo de hombres, a los que normalmente les gusta ser patrón. También se puede aprender a atar nudos marineros, izar velas o buscar la manera de conseguir el mejor viento. Navegar es una oportunidad única para aprender cosas nuevas y adquirir conocimientos. Al final de la travesía, se sentirá orgulloso de todas las experiencias que ha acumulado.
Disfrutar de la belleza natural y del mar. Desde un barco pueden contemplarse todos los ángulos de las islas. Con un velero se acercará a lugares imposibles de alcanzar mediante un ferry o un barco de pasajeros. Las dunas de Susak, la exhuberancia de las Kornati o las colinas de Hvar son solo algunas de los innumerables prodigios naturales que aguardan a ser descubiertos. Y, por supuesto, el mar más limpio del mundo. Nuevos animales. ¿Cansado de ver palomas a todas horas y tener que escuchar su arrullo? Mientras usted navegue, estará rodeado de nuevos animales (lo que no significa que no pueda llevar a su mascota con usted de viaje) Las gaviotas "aparecerán" en el mar de manera caprichosa. De repente, divisará algo blanco, con alas y similar a un muñeco de peluche, sobrevolando el agua. Puede que también se cruce en su camino con una gran bandada de gaviotas aguardándole en el puerto o que incluso vea burros en algunas de las islas. Si tiene suerte, contemplará delfines en el mar.
Cena romántica. No necesita acudir a restaurantes con velas en las mesas para conseguir tener una cena romántica. Puede disfrutar de una velada idílica en cubierta o incluso en el interior del barco, dejando que las olas mezan suavemente la embarcación. Con el movimiento del velero, es más fácil escapar de las inoportunas picaduras de avispas que acechan en tierra firme. Podrá comer y cocinar tranquilamente en la embarcación.